Un tabú es aquello que no se puede tocar, ni mirar y menos aún, darle vida dentro del pensamiento. Con el tabú sucede lo mismo que con todo lo que se prohíbe, se convierte en lo más deseado.
Si bien el tabú es un conjunto de prohibiciones, difiere de
una ley, porque quien lo incumple está realizando una ofensa a lo divino o
sobrenatural, por lo que el castigo sobrevendría de los dioses o de los
espíritus. Se puede escapar de la ley humana pero no, de la ley divina o
esotérica. Los tabúes van apareciendo a medida que los seres humanos le van
dando formas místicas a sus propios miedos. Surgen precisamente de la
superstición, y la creencia de que existen seres superiores, quienes serían
capaces de castigarnos si no se los respeta. Los tabúes son muy antiguos, ya
que los sentimientos religiosos aparecen en muchos sucesos de la antigüedad.
Los primeros tabúes fueron fomentados por el temor a perder las cosechas, caer
en desgracia, tener mala suerte o no obtener una buena caza. v A medida que los
pueblos antiguos aumentaban su religiosidad, aumentaban sus temores hacia el
castigo de los mismos dioses que creaban. Esa necesidad de buscar ayuda en el
más allá, los llevo a creer que lo malo podía venir, también, de ese más allá.
unos de los mas famosos o quizás los que la gente mas conocen son "CAIN" Y "LA MUJER VAMPIRO"
El Hombre que Quiso parecerse al Diablo:
Se llama Caín, es colombiano, vive en Bogotá y quiere parecerse al diablo. Y para eso decidió someterse a muchas operaciones: se ha puesto “cuernos” de silicona, se acható la nariz y se ha ampliado los orificios nasales.
Caín esperó mucho tiempo para transformar su rostro y lucir mucho más “diabólico”. Y empezó con los cuernos. Se puso silicona en la frente, simulando la presencia de cachos en la cabeza.
Se llama Caín, es colombiano, vive en Bogotá y quiere parecerse al diablo. Y para eso decidió someterse a muchas operaciones: se ha puesto “cuernos” de silicona, se acható la nariz y se ha ampliado los orificios nasales.
Caín esperó mucho tiempo para transformar su rostro y lucir mucho más “diabólico”. Y empezó con los cuernos. Se puso silicona en la frente, simulando la presencia de cachos en la cabeza.
María José Cristerna, abogada y tatuadora, empezó a realizar
modificaciones en su cuerpo tras ser víctima de violencia familiar.
´Los tatuajes eran una forma de liberación para mí´, señaló.
Licenciada en derecho y madre de cuatro hijos, su nombre es María José Cristerna, fue bautizada como la “Mujer Vampiro” de México, tiene dos cuernos en la cabeza y el 98% de su cuerpo está cubierto con imágenes tatuadas.
Cristerna asegura haber pasado una etapa difícil luego de la separación de sus padres, esto la llevó a refugiarse en el mundo de los tatuajes. Fue en ese tiempo que conoció al padre de sus cuatro hijos, con quien se casó a los 17 años, pero nunca imaginó que sería maltratada por su esposo.
Licenciada en derecho y madre de cuatro hijos, su nombre es María José Cristerna, fue bautizada como la “Mujer Vampiro” de México, tiene dos cuernos en la cabeza y el 98% de su cuerpo está cubierto con imágenes tatuadas.
Cristerna asegura haber pasado una etapa difícil luego de la separación de sus padres, esto la llevó a refugiarse en el mundo de los tatuajes. Fue en ese tiempo que conoció al padre de sus cuatro hijos, con quien se casó a los 17 años, pero nunca imaginó que sería maltratada por su esposo.
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